Con la llegada de los meses más fríos y la  disminución de horas de luz,  son numerosas las  personas que  sienten más fatiga de lo normal, o incluso una leve depresión. Pero además del descenso de la temperatura y  la reducción de luz solar, el cansancio y el desánimo también pueden ser consecuencia de un déficit vitamínico.

Seguir una dieta equilibrada  y un estilo de vida basado en los “buenos hábitos” es esencial para la salud.  Pero en ocasiones, estas medidas no resultan suficientes en  personas que viven en zonas con escasa luz solar durante el invierno, que tienen estrés, o dificultades en la absorción de nutrientes.  

El frío puede afectar al organismo de distintas formas dependiendo de la persona. Pero hay nutrientes y vitaminas que, si se consumen en suficiente cantidad,  nos preparan para afrontar los meses invernales.  Vamos a ver cuáles son.

Los ácidos grasos Omega 3

Son un tipo de grasa poliinsaturada  necesaria para fortalecer las neuronas, además de participar en otras funciones importantes. Una de ellas es mantener el corazón sano y protegido contra los  accidentes cerebrovasculares. También contribuye al mantenimiento de las articulaciones, aportando una acción antinflamatoria natural que reduce el dolor.

Los déficits de los ácidos grasos Omega 3 pueden producir fatiga, mala memoria, piel seca, cambios de humor, depresión y problemas circulatorios. Es frecuente que estos síntomas empeoren en los meses fríos, por lo que conviene asegurarse de que el aporte omega 3 sea suficiente durante el invierno.

Ya que el cuerpo no produce ácidos grasos omega-3 por sí solo, tenemos que conseguirlos a través de la alimentación a través del pescado azul y algunos vegetales como las nueces o las semillas de  chía.  Los complementos alimenticios de Omega 3, como el de  BambooLabs, rico en EPA y DHA, también son un soporte eficaz para mantener unos  niveles correctos de estos ácidos grasos.

La vitamina D: aliada de los huesos y el sistema inmunológico

Lo que caracteriza a la vitamina D del resto es que el organismo solamente  puede sintetizar a través de la acción de la luz solar. Esto significa que durante el otoño y el invierno,  la luz solar no contiene la suficiente radiación UVB para que la piel pueda fabricar vitamina D por sí sola. 

Ya que es  difícil conseguir vitamina D solamente a través de los alimentos, los complementos  alimenticios de esta vitamina durante el invierno son una  ayuda. Algunos están enriquecidos con otros  nutrientes, como VIT D3 K2 de BambooLabs, que en su fórmula incorpora vitamina D3, vitamina C  y vitamina K2.

La acción de las cápsulas de VIT D3 K2, contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmunitario y el mantenimiento de los huesos. Igualmente ofrecen soporte energético para combatir la fatiga y el cansancio, mientras que refuerza el sistema circulatorio y el tono muscular.

Vitamina C,  Zinc y Betaglucano: defensas fuertes  y cuidado de la piel

La vitamina C contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunológico, algo a tener presente para combatir los resfriados  y gripes durante el  invierno. La piel y el cabello resultan igualmente beneficiados con la vitamina C, ya que ambos se resienten con el frío y  pueden resecarse.

El  zinc es un mineral esencial  que  interviene en numerosos procesos corporales importantes. Favorece la función inmunológica y el mantenimiento normal del cabello, las uñas y la piel. El zinc también interviene en la regulación hormonal y  potencia un estado de ánimo positivo, incrementando el  bienestar emocional. 

Zinc Complex de BambooLabs, es un complemento alimenticio con fórmula exclusiva, que contiene más del 66% de Zinc orgánico y está enriquecido con vitamina B6. Está recomendado para todas las edades, especialmente para protegerse contra gripes y resfriados, molestias musculares, o simplemente para reforzar el sistema inmunológico.

Inmuno Beta-Glucanos: contienen M-Gard, un polisacárido de origen natural que refuerza el sistema inmunológico frente a infecciones respiratorias y el resfriado común. También reduce los episodios de alergia y tiene un efecto protector en periodos de estrés intenso.

En definitiva, con una alimentación variada y equilibrada, un modelo de vida sano y la ayuda de los complementos alimenticios, es posible afrontar el invierno con salud y energía, disfrutando de los alicientes que también ofrece esta estación.