Espirulina para prevenir la diabetes
El alga espirulina es uno de los superalimentos más poderosos y potentes del planeta: ningún otro la iguala en valor nutricional. Es una proteína completa que contiene todos los aminoácidos esenciales, y no sólo es rica en vitaminas y minerales, sino también una rica fuente de ácidos grasos esenciales, antioxidantes y carotenoides.
Entre los beneficios del consumo de espirulina se encuentran la mejora de la digestión, la reducción del colesterol LDL, el refuerzo del sistema inmunitario, así como la reducción de la inflamación y la disminución de los niveles de azúcar en sangre. Se ha demostrado que la espirulina previene la hipertensión, el daño a los vasos sanguíneos y la muerte de las células, y la formación de coágulos de sangre.
Pero en este artículo queremos centrarnos concretamente en uno de los numerosos beneficios del alga espirulina: su capacidad para ayudar a combatir la diabetes.
Qué es la diabetes
La presencia de un exceso de azúcar en la sangre se denomina diabetes. Las consecuencias de esta enfermedad pueden ser graves e incluyen enfermedades del corazón, daños en los nervios, cataratas e incluso en los casos más extremos, la muerte.
La diabetes es un trastorno metabólico que provoca que el cuerpo no pueda producir suficiente insulina ni responder adecuadamente a la misma. Si esta enfermedad no es tratada médicamente, puede provocar las complicaciones descritas.
Afortunadamente, además de existir tratamiento médico para esta enfermedad, también existen complementos alimenticios naturales que refuerzan el proceso para frenar la diabetes, como el alga espirulina. Veamos cómo actúa en su lucha contra la diabetes.
Cómo actúa la espirulina para frenar la diabetes
Las investigaciones clínicas han demostrado que el consumo regular de espirulina puede reducir y controlar los niveles de glucosa en sangre en pacientes con diabetes, evitando la hiperglucemia o lo que se conoce como subida de azúcar. Este alga ayuda a regular la secreción de insulina del organismo y mejora el metabolismo celular.
La espirulina puede ayudar a controlar y prevenir estos “picos” de azúcar gracias a sus altos niveles de ficocianina, un antioxidante que aumenta la acción de la insulina en el organismo, controlando los niveles de azúcar en la sangre.
Por otro lado, investigaciones realizadas en la Universidad Médica Jingxi concluyeron que la ficocianina también supone una mejora en el tratamiento y la prevención de la neuropatía diabética, un tipo de daño nervioso que suele afectar a los nervios de las piernas y los pies.
La espirulina también se suele consumir para mejorar la función hepática, concretamente el hígado graso no alcohólico. Esta enfermedad es común en la mitad de los pacientes con diabetes tipo 2, especialmente las personas con sobrepeso u obesidad. Gracias a los antioxidantes de la espirulina, puede prevenirse la oxidación de los lípidos y, al fortalecer el efecto de la insulina, el hígado funciona mejor.
Otro grupo de investigadores japoneses examinó los efectos de la espirulina en la cicatrización de heridas y úlceras, una de las complicaciones más comunes y frustrantes para los diabéticos. Descubrieron que la administración de suplementos de esta alga durante un periodo de seis semanas ayudaba significativamente a acelerar los tiempos de cicatrización de las heridas.
Conclusión
Ciertamente, la espirulina ha demostrado ser un buen suplemento natural que ayuda a mantener el control del tratamiento de la diabetes, además de reforzar el sistema inmunitario, cuidar los niveles de colesterol y aportar energía al organismo.
No obstante, en ningún caso el alga espirulina debe sustituir la medicación prescrita para tratar la diabetes, aunque sí puede ser un apoyo para prevenir esta enfermedad.
En Bamboo Labs, y para tu tranquilidad, te aconsejamos que consultes con tu médico si puede utilizar la espirulina como apoyo a la medicación. Y en el caso de que vayas a hacerlo, encontrarás una buena alternativa en nuestra Espirulina + Chlorella: ya estás a un paso menos para empezar a cuidarte más.